ESTUDIO DE LA FISIOLOGÍA Y LA PATOLOGÍA DE LA PUESTA EN LOS PÁJAROS
PROCESOS
REGULADORES
El aparato
reproductor de las hembras de los pájaros domésticos y silvestres, está formado
por UN SOLO OVARIO, que se halla situado en el espacio izquierdo de la cavidad
abdominal.
Para que se
realice la fecundación de los óvulos que se desprenden del ovario, existe una
influencia reguladora neuro-hormonal de las funciones sexuales, coordinadas por
la acción de la Hormona foliculante ES.H. del «Centro de la Sexualidad»,
ubicado en el hipotálamo y en las glándulas germinales. Estas neurosecreciones
son conocidas como factores liberadores (releasing factors) y que por
actuar sobre la hipófisis, se las denomina sustancias hipofistrofas.
Hay que
destacar como muy importante la influencia de las «horas luz», las temperaturas
benignas y la situación general del aviario, que provocan el inicio de las paradas
nupciales, que son las variadas ceremonias y ritos cuyo principal objetivo
es atraer, estimular y excitar sexualmente al individuo del otro sexo con quien
formará pareja, lo que permite alcanzar armónicamente una conducta
precopulatoria.
Los Estrógenos,
Andrógenos y Gestágenos producidos en las glándulas germinales de ambos
reproductores durante la parada nupcial, tienen una acción trascendente en la
regulación de la función sexual y desempeñan un efecto positivo de la ovulación
y posterior regulación del proceso reproductivo-fecundador de los pájaros.
FORMACIÓN Y
FISIOLOGÍA DEL HUEVO
Del ovario
localizado en la cavidad abdominal, se desprenden a intervalos regulares
durante la puesta, un número determinado de óvulos constituídos únicamente por
yema que en realidad es el «Citoplasma», que representa el 31% del peso total
del huevo y que en su discurrir seriadamente por el oviducto se aloja en primer
lugar en el infundíbulo, cuya misión consiste en recibir y acoger a la esfera
vitelina recién desprendida del ovario, siendo precisamente en este pabellón,
donde el óvulo es fecundado por un espermatozoide que le aguarda en este nivel
desde que se produjo la cópula, formándose a partir de este encuentro el «Disco
Germinativo» que es el verdadero inicio del embrión.
Se inicia la
secreción albuminífera y seguidamente la clara rodea a la yema, momento en que
este conjunto en su desplazamiento por el oviducto, llega al istmo donde las
membranas calcáreas y sus pigmentos, en espacio de 5 ó 6 horas se sitúan
alrededor del complejo «yema-clara» que en el supuesto de haber sido fecundado,
la vesícula germinal del blastodisco se transforma en blastodermo.
Se forma una
cámara de aire en la parte más redonda del huevo y se constituyen
definitivamente la cutícula y las distintas membranas porosas de la cáscara,
con lo que el huevo pasa directamente a la cloaca, esperando el momento de la
puesta.
Existe pues,
antes de iniciarse la puesta, un huevo o macrocélula a cuyo alrededor se sitúan
un conjunto de diversas envolturas cuya misión es alimentarlo y protegerlo
rodeado de una cáscara dura permeable a los gases, que lo recubre y cierra.
Este conjunto o
célula gigante, si ha sido fecundada, contiene todos los elementos necesarios
para el crecimiento y desarrollo del embrión. La relación entre el peso del
huevo y del pájaro recién nacido guarda una relación directa, ya que el peso
del polluelo, será del 70 al 72% del peso del huevo.
La pareja de
pájaros reproductores, que ya habrán construído cuidadosamente su nido, se
hallan pendientes de que la hembra inicie la puesta, que suele alcanzar un
número proporcional a la cifra de crías que ambos instintivamente son capaces
de cuidar y alimentar.
GENERALIDADES
La incubación
puede considerarse como una «Gestación Externa» del huevo, cuyo fin es que el
embrión se desarrolle mediante el aporte de calor por contacto de los huevos
con el cuerpo de la hembra en el nido.
La incubación
«ideal» debe iniciarse cuando el tercer huevo ha sido puesto, con ello se
consigue que la nidada eclosione al mismo tiempo, con lo que todos los
pichones, al tener la misma edad, poseen similares posibilidades de competencia
para ser alimentados por los reproductores.
ANOMALÍAS DE
CONSTITUCIÓN DEL HUEVO
Los huevos
pueden presentar diversas anomalías de constitución o malformación,
consecuencia de su paso por el oviducto, y que pueden afectar a sus principales
componentes: yema, clara y cáscara.
Los huevos
desprovistos de yema -llamados huevos avitelinos-, son consecuencia de
alteraciones en la ovulación; por el contrario, cuando un huevo contiene más de
una yema, se le denominapolivitelino, y su origen es debido a la expulsión
simultánea de varios óvulos y su llegada conjunta al oviducto. Ambos tipos de
huevo, lógicamente no son viables.
Aparece algún
huevo sin cáscara debido a la alteración calcárea o a una excesiva puesta,
consecuencia de un deficiente aporte de sales minerales en la dieta
alimentaria.
Existen huevos
con una cáscara rugosa o de más grosor, debido a un reiterado depósito de sales
de calcio por alteraciones en la zona del oviducto o por una detención anormal
del huevo en esta zona, lo que motiva que estos huevos dificulten o impidan su
eclosión.
ANOMALÍAS DE LA
FORMA
La forma ovoide
característica de los huevos de los pájaros en muy raras ocasiones, se puede
alterar y dar lugar a la puesta de huevos esféricos o fusiformes.
En ocasiones el
tamaño y peso del huevo, son sobrepasados por exceso o por defecto, éstas a
consecuencia de puestas precoces que dan lugar a huevos pequeños. Los huevos de
mayor volumen y peso de lo normal, son producto de alteraciones del aparato
genital femenino que puede producir un acúmulo excesivo de yema o clara.
PROBLEMAS DE LA
PUESTA
La inflamación
de la cloaca y los huevos con anomalías en la forma o tamaño, suelen ser la
causa de la retención de huevos durante la puesta.
La cloacitis,
inicialmente cursa con intranquilidad de la hembra que entra y sale del nido y
que realiza constantes esfuerzos expulsivos con el consiguiente agotamiento,
que ocasiona la congestión de la mucosa interior que aparece enrojecida,
tumefacta, lo que en algunos casos provoca el prolapso de la cloaca. Las causas
más habituales de la retención del huevo durante la puesta son:
Descenso brusco
de la temperatura ambiental durante la puesta.
- Espasmo agudo de la zona final del oviducto.
- Los huevos sin cáscara o de tamaño y forma
anormal.
- Las hembras viejas son las más propensas a los
casos de retención.
- Falta de energía para continuar la hembra los
esfuerzos expulsores lo que produce una depresión general en el pájaro y
agrava el problema.
Es por ello que
en todos los supuestos debe actuarse con rapidez, retirando la hembra de la
jaula, colocándola en un lugar tranquilo, con calor y humedad elevada.
Con el máximo
cuidado se lubricará con aceite o vaselina bórica la cloaca, procurando que el
líquido penetre en el interior del tramo final del oviducto, para iniciar con
gran suavidad un delicado masaje, intentando que el huevo se sitúe en buena
posición y se traslade en dirección descendente. Si fallamos con esta técnica
queda como último recurso acudir de inmediato a una Clínica Veterinaria, para
intentar una minúscula incisión en la zona baja de la cloaca, para dar salida
al huevo.
Lógicamente si
sobrevive, durante un prolongado período la hembra no será apta para la
reproducción, por lo que los huevos que tuviera deben ser trasladados a otro
nido.
No consideramos
oportuno el método que siguen como último recurso algunos criadores, que en el
caso de retención del huevo optan por romper la cáscara mediante presión sobre
la cloaca. En la mayoría de los casos muere la hembra y en otros, suele quedar
definitivamente no apta para la reproducción.
PATOLOGÍA DEL
EMBRIÓN
La patología
del embrión constituye un capítulo de gran importancia en ornitología. Influyen
distintas causas que solas o asociadas, pueden dar origen a la alteración del
proceso de viabilidad.
La patología
del embrión o del pájaro recién nacido, se halla influenciada por diversas
circunstancias y condiciones del medio ambiente o del comportamiento y la
salubridad de los reproductores.
Vamos pues a
estudiarlas agrupándolas en dos apartados:
a) Mortalidad
embrionaria.
b) Anomalías
del pájaro recién nacido.
MORTALIDAD
EMBRIONARIA
La muerte del
embrión durante los diversos estadios de su desarrollo, puede ser debida a
diversas causas, que se desdoblan en Internas y Externas, según
que se refieran a la composición y posible patogenia del huevo incubado o a las
distintas circunstancias del entorno del manejo general del nido.
Las causas
internas son producidas por el propio huevo o por la herencia que los
reproductores hayan transmitido: constitución genética, composición fisioquímica
derivada de la alimentación, patogenia, vitalidad o posiciones anómalas que
pueda adoptar el embrión.
Las causas
externas se refieren a los diversos factores ambientales que existen en el
aviario y su manejo, que por tanto pueden ser corregidos por el criador,
mejorando sus instalaciones o técnica.
Las causas
externas más habituales son la Temperatura, que por defecto o por exceso
influyen sobre el embrión. El grado de Humedad tiene gran importancia en el
desarrollo del embrión, especialmente si se eleva bruscamente por encima del
70% en los últimos días de incubación, pues altera de forma importante el saco
vitelino. La disminución del grado de humedad por debajo del 40%, puede
determinar la muerte embrionaria en los últimos días de incubación, ya que el
embrión se deseca, el plumón se adhiere a la piel y las membranas presentan un
aspecto apergaminado. El volteo y la ventilación de los huevos son importantes
en el desarrollo normal del proceso de incubación, si bien se han de tener en
cuenta tanto el exceso como la falta de ventilación. Si los huevos a incubación
padecen fuertes trepidaciones: tormentas prolongadas, obras de construcción
próximas, manipulaciones inadecuadas, etc., pueden causar la muerte embrionaria
a consecuencia de la rotura de la yema o desituación del disco germinativo.
La rotura de la
cáscara en el nido, al esparciarse el contenido del huevo, mancha a los huevos
contiguos, lo que dificulta la respiración de éstos y suele producir la muerte
de los embriones que contienen.
CAUSAS INTERNAS
La
contaminación iniciada a consecuencia del contagio a través de las cutículas
por la acción de colibacilos, salmonelas, otros gérmenes anaerobios o virus,
puede causar procesos infecciosos en el embrión o pájaro recién nacido.
Si el huevo
procede de pájaros enfermos o portadores de gérmenes patológicos suele albergar
microorganismos que durante el proceso incubatorio encuentran condiciones
favorables, que llegan a causar la muerte del embrión o pichón.
La constitución
genética del huevo es básica en la mejora de la calidad de los pájaros, si bien
pueden transmitir determinados caracteres genéticos o patógenos capaces de
producir anomalías que malforman, enferman o impiden la vida del embrión. Son
los denominados genes subletales o letales, que acompañan a la consanguinidad
directa y prolongada.
Las posiciones
embrionarias anómalas pueden producir malformaciones de patas, pico desviado,
ceguera, etc. e inclusive muerte.
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La cría
Llegada la primavera, cuando veamos a los gorriones
perseguirse en los parques, podemos juntar con garantía de éxito a
nuestras parejas. En España se habla del 19 de marzo, día del padre, pero
incluso aquí, el día más conveniente varía de una región a otra. Una ubicación
tranquila y luminosa son importantes. No conviene cambiarlos de sitio una
vez que pongan huevos, pues algunas pájaras se despistan y consideran que
aquel nido no es el suyo al verlo en otro sitio en relación con la habitación. Habremos
de proporcionarles un nido, o mejor dos para que puedan poner sin necesidad de
que los polluelos de la anterior nidada hayan abandonado el nido. Y se les
suministra pelo para que hagan el nido. En unos 10 días, si la pareja
está en celo habrá puesto su primer huevo. Son síntomas de celo el que el
macho dé de comer a la hembra directamente en el pico, o el que la
"pise" poniéndose encima de ella para fecundarla. A los 13 ó 14
días desde la puesta, nacerán los polluelos. Se puede observar desde los 6 días
si los huevos están fecundados mirándolos al trasluz con una fuente de luz fuerte,
como el sol o una bombilla. Si están oscuros estarán fecundados, y si se vislumbra
la yema y la clara, estarán hueros. Cuando nazcan los pollitos, habrá que
procurar que no les falte la comida a los padres, y darles en este sentido
todos los caprichos: lechuga, pasta de cría, etc. para que se sientan
inclinados a alimentar abundante mente a las crías. De los 16 a los 21 días los
polluelos saltan del nido, pero no comerán por si mismos y serán autónomos
hasta los 28 ó 30 días. Da tiempo ha que saquen 2 ó 3 nidadas. El número de
huevos de cada nidada es de 3 a 5 habitualmente. Las crías nacidas tardíamente
(en julio en España), pueden tener problemas en los concursos, pues los
canarios son adultos a los 7 meses de edad, y puede darse el caso de que no
hayan madurado el canto para el momento de los concurso. Si a este motivo se
añadimos el que la cría supone una pesada carga, en especial para la madre, y
que a los criadores les gusta "experimentar" con varias parejas, resulta
que es habitual que muchos criadores solo saquen dos nidadas a cada pareja. Es
práctica habitual antes de juntar la pareja el someterlos a un tratamiento de bacterioestáticos
o bactericidas (Quinoxiben, Terramicinas), para evitar que infecciones de las
que sean portadores los padres, produzcan muertes prenatales, o de los polluelos
recién nacidos. No obstante solo es razonable dar medicamentos en forma curativa,
no preventiva.
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